Conozca a nuestro fundador
Fundadora. Bailarín. Soñador.
Genevieve Custer Weeks creció bailando al son de la música en el salón de su familia y nunca dejó de hacerlo. Ex bailarina profesional convertida en empresaria visionaria, fundó Tutu School para reimaginar cómo el ballet podía fomentar la creatividad, la confianza y la alegría incluso en los bailarines más pequeños. Hoy dirige una próspera comunidad de estudios de ballet boutique, todos ellos basados en su creencia de que la danza es para todos.
La historia de Genevieve
El amor por el ballet de toda la vida marcó el camino de Genevieve e inspiró un nuevo tipo de educación en danza.
Bailarina de salón
Las primeras actuaciones de Genevieve fueron coreografiadas al son de la música de fin de semana en su casa de Madison, Wisconsin.
Perseguir el sueño
Las clases de danza de la infancia dieron paso a estudios más serios y, a los 15 años, Genevieve se trasladó a Chicago para formarse en ballet clásico.
Bailar el sueño
Un contrato con el Oakland Ballet llevó a Genevieve a la bahía de San Francisco, y los años siguientes estuvieron llenos de aventuras sobre el escenario, explorando bellos papeles y coreografías.
De intérprete a profesor
Mientras bailaba profesionalmente, Genevieve empezó a enseñar a bailarines de preescolar, y descubrió que conectaba lo que más creía del ballet con una necesidad real.
La pieza que faltaba
Se dio cuenta de que los programas de iniciación a la danza a menudo se pasaban por alto y carecían de intención e imaginación, a pesar de ser un momento decisivo para muchos niños.
Una idea toma forma
Genevieve empezó a soñar con un espacio hecho sólo para que los más pequeños se enamoraran del ballet, y le dijo a su marido que pensaba crear una escuela de ballet boutique cuando se retirara de la interpretación. Él le preguntó: "¿Por qué esperar?". Y así nació Tutu School .
Nuestra primera sede
En 2008, Genevieve abrió las puertas de la primera Tutu School en San Francisco. Con un plan de estudios cuidadosamente seleccionado, música clásica en el ambiente y la misión de fomentar la alegría y la creatividad, quedó claro al instante que no se trataba de una escuela de ballet más, sino de algo mágico.
Aquel estudio se convirtió rápidamente en un lugar muy querido y, en poco tiempo, otros empezaron a preguntar cómo podían llevar la misma experiencia a sus comunidades. Lo que empezó como un pequeño estudio se ha convertido desde entonces en una vibrante red internacional, que sigue basándose en la visión original de Genevieve.
"A lo largo de mis años como bailarina profesional de ballet, esta escuela siempre fue un sueño para mí... Una pintoresca boutique de una escuela de ballet exclusivamente para niños muy pequeños - un lugar donde se instaría a los estudiantes a ejercitar plenamente su imaginación, así como sus cuerpos."
Acerca de
Por qué creamos Tutu School
Dejar espacio a la creatividad
El ballet debe ser bonito, no intimidante. Tutu School invita a los niños de todos los orígenes y habilidades a descubrir la alegría de la danza en un ambiente inclusivo y alentador.
Para honrar a la primera infancia
Tutu School se fundó con la convicción de que todos los niños merecen sentirse bienvenidos en el estudio, en la barra y en el escenario, pase lo que pase.
Ofrecer un primer paso más suave
Muchos programas de danza se vuelven demasiado rígidos, demasiado rápido. Tutu School ofrece un camino imaginativo y acogedor que centra y celebra el amor por el ballet.
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Nuestra escuela de ballet se enorgullece de ofrecer clases en múltiples lugares de Estados Unidos y del extranjero, llevando la alegría de la danza a estudiantes de todo el mundo.
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